Las productoras de cine modernas suelen enviar sus películas a los cines usando una variedad de métodos, dependiendo del presupuesto y del alcance de la producción. Un método común es enviar copias físicas de la película, también conocidas como copias de exhibición, a través de servicios de mensajería, correo certificado o incluso por barco. Otra opción es enviar un archivo digital comprimido a los cines a través de una conexión segura, como una VPN. Esta última opción es cada vez más común debido al ahorro de costos y a la rapidez con la que se pueden enviar los archivos. Las productoras de cine también pueden optar por transmitir sus películas a los cines utilizando una conexión satelital. Esta opción es mucho más costosa, pero permite a las productoras enviar archivos digitales de tamaño significativamente mayor.