La filosofía de Bloko del Valle, desde sus inicios allá por el año 2010 y con la percusión como herramienta, transita por el camino de los retos…  pequeños o grandes en función de nuestras posibilidades, confiando en el equipo y con mucho trabajo invisible… soñando con los pies en el suelo y ofreciendo un espacio confortable a todos los que se atreven a dar el paso de colgarse un tambor y ponerse a tocar.

En este momento hay 250 blokeros en Tenerife que son la base que nos permite soñar e ir superando retos porque tocar un tambor no es sólo tocar un tambor. El tambor es la herramienta que nos permite trabajar valores como tolerancia, respeto, compromiso, empatía, autoestima…

Por cosas del destino, también en 2010, pudimos abrir una Escuela de Percusión en Lamu, Kenia, en la Casa de Acogida Anidan, con unos resultados espectaculares y que sigue creciendo año tras año.

Enseguida entendimos que, con trabajo, mucha ilusión, un proyecto sólido, atractivo, realizable y un excepcional grupo de personas dispuestas a dejarse la piel persiguiendo un sueño, nuestras propuestas no tienen límites.

En 2015 y gracias al apoyo de Binter, nos lanzamos a un nuevo reto: abrir otra Escuela de Percusión en Ilha Santiago, Cabo Verde, y allí seguimos.

En marzo, y gracias a MAPAS, nos vamos a San José de Costa Rica para abrir otra nueva escuela y participar en el Festival Internacional de las Artes – FIA.

Estos retos allende nuestras fronteras, bajo el paraguas del proyecto Tambores para la Convivencia, nos han cambiado la vida y nos están enseñando a crecer, compartir, ayudar y ser conscientes de que haber nacido aquí nos hace ser unos seres privilegiados y tenemos que poner nuestro granito de arena para que otros, al menos, puedan tener una oportunidad.